100 años de Educación Espírita en la FEB

Reformador – Junio 2014

Traducción: Valle García

Sin títuloPresentación

La Escuela Dominical de Doctrina Cristiana fue implantada en la tarde del día 14 de junio de 1914, en la entonces Sede de la Federación Espírita Brasileña (FEB), Av. Passos, 30, en Río de Janeiro, en la época en que fue presidida por Arístides Spínola (1850-1925) y en la que fue vicepresidente Pedro Richard (1858-1914). 1 y 2

La ocasión fue de solemne simplicidad lo que emocionó a los que asistían, y cupo a Ilka Maas, dedicada y fervorosa trabajadora de la Casa de Ismael, la responsabilidad de coordinar ese proyecto, impartiendo el aula inaugural y sensibilizando a los corazones de todos los compañeros 
presentes en el evento.

Las vibraciones de júbilo por la iniciativa auspiciosa, ocurrida en aquella fecha, a ser conmemorada por todo el Movimiento Espírita brasileiro, fueran sentidas por los participantes, inundando el salón de la Federación de suaves efluvios de paz y regocijo, teniendo en vista la alegría de atender, de esa manera, a una antigua aspiración de la Institución. 2

La importancia de esta efeméride -100 anos de Evangelización Espírita Infantil, en la Federación Espírita Brasileña- resultó en una recogida de registros históricos de los 100 años de trabajos provechosos de Evangelización Espírita Infantojuvenil y del análisis sucinto de los ítems relacionados, a seguir, con el objetivo de prestar sincero homenaje a todos los que contribuyeron para este admirable hecho:

  1. Precursores

Desde su fundación, el 1° de Enero de 1884, la Federación Espírita Brasileña se preocupó con la formación moral del niño y desarrolló estudios y debates, además de promover lanzamientos  sobre el tema, de modo de favorecer subsidios para llevar adelante esa nobilísima propuesta.

Con ese objetivo, la FEB editó, en1901, la obra del Espíritu Bittencourt Sampaio (1834-1895), De Jesús para los niños, a través del médium psicógrafo Frederico Pereira da Silva Júnior (1858-1914).
 El sugestivo libro fue recibido con entusiasmo como recurso indispensable para la prometedora y futura acción de Evangelización infantil.1

Los espíritas se tornaran entusiasmados con la posibilidad de iniciar experiencias de ese porte y se empeñaron en la búsqueda de propuestas junto a los compañeros interesados en la lucha en pro de la Evangelización de los niños y, años más tarde, de los adolescentes, entre ellos: Manoel Vianna de Carvalho (1874-1926), que se convirtió en el ideólogo y ejecutor de la campaña a favor de la creación de la Escuela de Evangelio para los pequeños, en la Federación Espírita Brasileira y en otras casas espírita, ocasionando que se mantuviera en contacto con la notabilísima educadora espírita Anália Franco (1856-1919) y con el cofrade capixaba Jerônymo Ribeiro (1854-1926);3 Antônio Lima (1864-1946), que legó ejemplos de perseverancia en beneficio de esa causa y fue considerado uno de los pioneros de la enseñanza espírita-cristiana al niño en Brasil. Durante muchos años, trabajó para que la infancia fuese evangelizada en las instituciones espíritas, profiriendo importantes conferencias sobre el asunto, escribiendo para Reformador y elaborando libros sobre el tema que, cuando fueron publicados, se agotaban rápidamente.
 Otras producciones literarias permitieron la solidificación de esa idea a ejemplo del libro para infancia de Léon Denis (1846-1927), Catecismo espírita1 es el resumen didáctico de conocimientos complementarios de la obra de Camille Flammarion (1842-1925) Iniciación Astronómica.1

  1. Años iniciales

En el primer año de existencia de la Escuela Dominical de Doctrina Cristiana fueron matriculados 36 niños, de 8 a 12 años, con gran provecho para los alumnos (evangelizandos).2 La sembradora Ilka Maas se entregó de corazón a la tarea, auxiliada por su hija Ilkita Maas, constituyéndose la propuesta en interesante modelo, el único en su género en toda la comunidad espírita de Brasil. Por motivos de salud, la preclara cofrade permaneció al frente de los trabajos apenas un año, siendo substituida por la estimada educadora Maria Eugênia de Lima. La dedicada señora, mientras, se apartó de la tarea buscando tratamiento para delicada enfermedad.
 Una vez más, una nueva compañera necesitó asumir la dirección de la Escuela, quedando a cargo de la competente profesora Ritília Moreira de Sá, 2 catedrática de la Escuela Normal, la incumbencia de dar consecución a la obra programada, lo que ejecutó con alabanzas.2

En poco tiempo, el movimiento iniciado en 1914 se expandió por todo el País con la creación de nuevas agrupaciones de evangelización para la infancia, tornándose la propuesta victoriosa, después de los ingentes esfuerzos de los trabajadores persistentes de la primera hora. Inspirado por ese noble emprendimiento, el Consejo Federativo de la FEB, reunido en octubre de 1926, dedica el tema de una de sus tesis, titulada Nociones de Espiritismo para los niños, mientras estimula a la Federación Espírita Brasileña a continuar con el trabajo hasta entonces desarrollado e indicar a las Sociedades adheridas a la utilización de los cursos en adelante, así como la literatura más aceptable para la enseñanza del Evangelio a la infancia. En 1927, un año después la reunión del Consejo Federativo, la librería Editora de la Federación Espírita Brasileña ofrece la quinta edición francesa, traducida, del “opúsculo de A. Bonnefout, Lecciones de espiritismo para los niños, que fue ampliamente divulgado y distribuido graciosamente”1 para las Escuelas de Evangelio.1

A mediados de 1932, durante la gestión del presidente Luís Olímpio Guillon Ribeiro (1875-1943), cerca de 50 grupos, asilos, centros, federaciones, mantenían aulas de educación moral-cristiana, conforme el ejemplo de la FEB, formando los futuros espíritas para el trabajo beneficioso de expansión de la Doctrina. En el trascurso de esos años iniciales, el trabajo prosiguió, sin grandes contramarchas, desempeñando su bendita tarea de preparar las nuevas generaciones a la luz del Espiritismo-cristiano.2

En 1939, es editado por la FEB el primer volumen del libro Siembra cristiana, del muy recordado autor espírita Clóvis Tavares (1915-1984), con prefacio de Leopoldo Machado (1891-1957), siguiéndole el segundo, en 1940, y el tercero, en 1942. La obra, en tres tomos, fue calificada como un óptimo compendio de fondo doctrinario destinado a la formación de los niños y adolescentes.

  1. Lanzamiento de Programas de Enseñanza y otras actividades sucedáneas de infancia y juventud

Los registros históricos apuntan, al inicio de la década de 1940, una interrupción de las aulas infantiles, que perduró hasta 1946, sobre todo en función de la carencia de trabajadores para la ejecución de tareas junto a los niños. En aquel año, el dignísimo cofrade Carlos Lomba (1886-1958), apoyado por el entonces presidente de la FEB, Antônio Wantuil de Freitas (1895-1974), asume la dirección de la Escuela de Evangelio 2, que hacía mucho venía siendo así llamada en substitución al nombre dado anteriormente, desde a su origen. 2

La coordinación del insigne compañero, llamado cariñosamente de “abuelo Lomba” por los niños, imprimió nuevos impulsos pedagógicos a la escuela, creciendo en actividades, principalmente en los trabajos realizados por los jóvenes en beneficio de la evangelización infantil.
 En diciembre de 1950, interesante Programa de Enseñanza de Educación Cristiana de Infancia  según la Doctrina Espírita, fue lanzado por la FEB y encaminado a todas las instituciones que administraban aulas del género, conforme se tenía noticia en la época. Su principal objetivo era “despertar en el niño el más vivo interés por las aulas de moral-cristiana”, con la integración de las fajas de edad y de los ciclos correspondientes: Jardín de Infancia (3 a 6 años), Curso Primario (7 a 10 años), Curso Intermediario (11 a 13 años).4

El Programa, elaborado por el Departamento de Infancia y Juventud (DIJ), se destacaba por la simplicidad, por el cuidado en atender las necesidades educacionales de la infancia y por la calidad pedagógica al motivar, constantemente, al evangelizando para su comprensión de la enseñanza doctrinaria.

La propuesta fue aprobada por el Consejo Federativo Nacional instaurado el 1° de enero de 1950, en substitución al antiguo Consejo Federativo de la FEB, el cual recomendaba a las Sociedades Espíritas que adoptasen el referido Programa, como fue recomendado en el ítem 29, de los “Preceptos Generales – Pro-Unificación del Espiritismo Nacional”. 5

El DIJ, para fines de acciones prácticas, se dividía en Departamento de Juventud y Secretaría de Asuntos Infantiles, cabiendo a los jóvenes auxiliar y asesorar los trabajos de la infancia, junto al Departamento, integrándose al equipe del Dr. Lomba para esa incumbencia.6

Una de las actuaciones del grupo de juventud se refiere a la ayuda en las tareas para la confección del periódico Brasil-Espírita, publicado mensualmente por la FEB y distribuido gratuitamente para las entidades que se inscribieran solicitando la remesa, además de vendido a los interesados. 
En 1954, con el alejamiento de Carlos Lomba, después de muchos años de dirección y de las labores ejecutadas con magnífica eficiencia y celo, la coordinación del DIJ quedó a cargo de Alberto Nogueira da Gama (1918-2003), que se mantuvo fiel a la línea de acción trazada para la evangelización, junto al panorama espírita nacional.1

En 1951 la Escuela de Evangelio pasa a llamarse Escuela de Evangelio Maria de Nazaret, creada para constituirse en modelo y patrón para todas las demás existentes en Brasil y fuera.
 Su funcionamiento fue perfeccionado, con vistas a una mayor eficacia de los cursos, dividiéndose en tres ciclos:
 Jardín de Infancia (4 a 6 años); Primario (7 a 9 años) e Intermediario (10 a 12 años). Las salas sufrieron modificaciones apropiadas de modo de obtener los mejores resultados en el aprendizaje por parte de los evangelizados.

Tiempo más tarde, al inicio de 1960, como desdoblamiento natural de las actividades escolares, la “Reunión de Padres y Orientadores”1 pasó a ser realizada periódicamente, tornándose indispensable el complemento de capacitación de las personas implicadas en el proceso de evangelización. En esa fase, es incorporado al plano de distribución de ciclos un nuevo “ciclo de adolescentes”, cuyo límite de edad fue entonces establecido entre 13 y 16 años.1

El contenido del Programa fue retocado y enriquecido para que los jóvenes consiguiesen ingresar en las Mocedades o Juventudes Espíritas a partir de los 17 años1. 
En el período de 1960 a 1974, numerosos sembradores de la Casa de Ismael se consagraron a la enseñanza espírita de niños y adolescentes.
 En las anotaciones históricas, identificamos importantes eventos ocurridos a nivel  nacional, destacando la 1ª Confraternización de Mocedades y Juventudes Espíritas de Brasil – Comjeb, en Marília, São Paulo, del 14 al 18 de abril de 1965. El Encuentro fue presidido por la FEB, representada por el entonces vice-presidente Armando de Oliveira Assis (1911-1988), reuniendo aproximadamente mil jóvenes de todos los estados brasileños,* bajo el auspicio de la Federación Espírita Brasileña, a quien cupo la orientación del certamen, a través de medidas adoptadas por su Consejo Director. El acontecimiento sobresalió por la influencia que él ejerció sobre el movimiento de juventud espírita del país, al estimular la promoción de varias confraternizaciones provinciales, obteniendo excelentes resultados hasta los días actuales.7

A partir de 1970, la Federación Espírita Brasileña, bajo la presidencia del Dr. Armando de Oliveira Assis, promovió cambios estructurales junto al DIJ, que pasó a ser denominado Departamento de Infancia y Juventud, teniendo como coordinadora a la cofrade Aglaée de Queiroz Carvalho, también redactora-coordinadora de Brasil Espírita, devotada colaboradora de la FEB, que acompañó el desarrollo de las actividades, anteriormente planeadas, de la Escuela de Evangelio María de Nazaret.

  1. Actualización y dinamización de la evangelización – Implantación de la Campaña Nacional de Evangelización Espírita Infantojuvenil

En 1975, el Departamento de Infancia y Juventud, bajo la dirección de la insigne obrera Maria Cecília Paiva Barros (1912-1995) y del presidente Francisco Thiesen (1927-1990), retoma su antigua denominación. La época de transición propició a los diligentes sembradores emprender y desenvolver nuevos Programas y Currículos, al ritmo de las crecientes e incesantes actualizaciones.

Como órgano consultivo de asesoramiento del DIJ, se creó una Comisión Central, bajo la dirección de Maria Cecília Paiva Barros y subdirección de Leny Marilda B. de Carvalho, a la cual cabía opinar, evaluar, sugerir medidas y ofrecer subsidios para la diligencia de la Evangelización Infantojuvenil en el Movimiento Espírita Nacional. El equipo, altamente cualificado y formado por personas de varias regiones de Brasil,** fue escogido por la Dirección de la FEB, con la aquiescencia e indicación del director del DIJ, estableciéndose, como criterio de selección, que fuesen indicados trabajadores de “reconocida vivencia espírita-cristiana que, en el territorio brasileño, estuviesen participando activamente de la Evangelización del Niño y del Joven”.8

La Comisión Central dio marcha a las providencias derivadas de las deliberaciones tomadas en el Encuentro Nacional de Brasilia, en julio de 1976, con el apoyo del CFN. Amplió puntos que habían sido discutidos en aquella oportunidad, especialmente sobre la Campaña a ser lanzada, intensificando acciones que atendiesen a las medidas para la divulgación del material alusivo a la urgencia de la evangelización de las nuevas generaciones y al papel expresivo que cabe al Espiritismo en la ejecución de ese programa.

El trabajo generó prometedores frutos y definió la dinámica pedagógica esencial a ser fijada para los cambios que se iniciaban. El aspecto primordial a ser considerado por la Comisión Central para concretar las providencias de difusión del movimiento de Evangelización de niños y jóvenes fue a partir de la experiencia y de la contribución de los Estados que ya trabajaban desde hacía mucho tiempo en este campo de actividad espírita.9

El Encuentro Nacional, de 1976, resaltado arriba,  se originó de la propuesta presentada por la Federación Espírita de Rio Grande do Sul, en Consejo Federativo  Nacional, el 1° de noviembre de 1975, de realizar un  evento que reuniese a todos los cofrades de las Federativas Estatales, responsables por el trabajo de la Evangelización, con el objetivo  de planear acciones integradas de perfeccionamiento y expansión de la educación  moral-cristiana. Del mismo modo, en esta ocasión, la Federación Espírita  de Sergipe sugirió que las Federaciones deberían opinar por escrito sobre  la situación de la Evangelización en sus estados.10

A partir de los resultados de las  conclusiones a las que llegaran las Federaciones y del conclave efectuado entre  ellas, la FEB decidió lanzar el día 9 de octubre de 1977 la Campaña Nacional de Evangelización Espírita Infantojuvenil, que puso en vigor hasta junio de  1978. Vencido, pues, ese período, el CFN, el 1° de julio de aquel año, aprueba por unanimidad la propuesta hecha por la presidencia de la FEB,  de mantenerla de carácter permanente, pasando a llamarse: Campaña  Permanente de Evangelización Espírita Infantojuvenil. Era el reconocimiento  de que la Campaña había sido victoriosa en su lanzamiento ye de que los trabajadores, conscientes de ese trabajo,  tomaron seriamente su finalidad,  principalmente a ser robustecida por las instituciones espíritas en cuanto a la necesidad de crear, mantener y dinamizar el proyecto de la Evangelización.1

  1. Evolución de los Programas y Currículos

En 1980, asume la dirección del DIJ la ilustre profesora Cecília Rocha (1919-2012), que formularía la orientación decisiva para dinamización, organización y desarrollo de las escuelas de evangelización espírita, en el Campo Federativo Nacional.
 La añorada cofrade, detentora de respetable patrimonio de conocimientos y experiencias en asuntos pedagógicos, se tornó activa trabajadora del Movimiento de Evangelización Espírita de niños y jóvenes de su estado, en la Federación Espírita de Rio Grande do Sul (Fergs) y demás instituciones, y actuó en la Comisión Central del DIJ, desde 1975, trayendo preciosa colaboración con base en las significativas acciones desenvueltas en esa área, desde la década de 195012. El “Currículo para las Escuelas de Evangelización Espírita Infantojuvenil”, que fue objeto de apreciación del Consejo Federativo Nacional, en la reunión del 1 y 2 de julio de 1978, y publicado en ese mismo año, en forma de programa, fue revisado y reeditado, en 1982, en forma de opúsculo, ganando nuevas orientaciones y siendo distribuido para todo el Movimiento Espírita. Su 2ª edición fue traducida para el español, confirmando las expectativas de llevar la evangelización de niños y jóvenes a otros países, ya visitados con ocasión del lanzamiento de la Campaña Nacional, en Brasil y en el Exterior.13

Los primeros viajes, a partir de 1979, aún durante la gestión de Maria Cecília Paiva Barros y al lado de Divaldo Pereira Franco y Nilson de S. Pereira, fueron hechos a Argentina, Uruguay y Chile y, meses más tarde, Colombia, Venezuela, Panamá, Guatemala, México, Estados Unidos de América, República Dominicana y Puerto Rico. Posteriormente, a partir de 1980, Cecília Rocha volvió a visitar algunos de esos países, dando continuidad a trabajo iniciado. Del mismo modo, algunos países europeos se interesaron en implantar Escuelas de Evangelización para los niños: Portugal, Francia y Suiza, asesorados por Cecília Rocha y su equipo.14

En el trascurso de los años, el Currículo sufrió modificaciones para la actualización de sus aspectos pedagógicos, bajo la responsabilidad de la eficiente educadora Rute Vieira Ribeiro, nueva directora do DIJ – de 1984 a 2009 – en substitución de Cecília Rocha que, habiendo asumido la vice-presidencia de la FEB, en 1983, sin dejar, todavía, de actuar junto a la evangelización, mucho contribuyó para la eficiencia de los trabajos realizados en el área Federativa y en el Campo Experimental de Brasilia.
 En 1981, los primeros Planos de Aula elaborados en 1978 por el DIJ, con la ayuda de colaboradores espíritas de varias regiones de Brasil, y remitidos a las escuelas de evangelización interesadas en utilizarlos, pasaran a ser testados en los Campos Experimentales de Brasilia y de Rio de Janeiro. Los planos tuvieron excelente receptividad y fueron organizados en colecciones, impresos y distribuidos para el País y el Exterior. Grande fue la producción de materiales destinados a las necesidades de la práctica pedagógica.13

Los cursos de preparación de evangelizadores, encuentros y conferencias con temática específica fueron extendidos, largamente, para el Norte, Noroeste, Centro–Oeste y Nordeste de Brasil, sin dejar de atender las solicitudes del Sur y del Sudeste del país, extendiéndose también a países de otros continentes, con realización de eventos en Brasil y en el Exterior. En ese sentido, avalamos la eficacia de los Encuentros Nacionales de Directores del DIJ, realizados hasta los días de hoy.15

La evangelización de niños y jóvenes se tornó una realidad en Brasil, gracias al empeño desenvuelto por la Federación Espírita Brasileña y por las Federaciones Estatales, sobre todo a partir de 1986 cuando fueran implantadas las Comisiones Regionales, por el Consejo Federativo Nacional (aprobación el 2 de noviembre de 1985), en substitución de los Consejos Zonales, y fue creada el Área de Infancia y Juventud, junto al CFN, con amplia cobertura y actuación en los Estados, garantizando, esencialmente, la unidad de principios y objetivos de la teoría y de la práctica de la evangelización infantojuvenil. Otro punto a considerar es que el DIJ, durante la gestión de la presidencia del Dr. Juvanir Borges de Souza, desde mediados de la década de 1990, se integró al Departamento de Asistencia Social (DAS) en el intento de evangelizar niños e jóvenes de familias asistidas por la FEB, como acción efectiva y primordial en provecho de su educación moral-cristiana, procurando ejemplificar en la vida práctica las enseñanzas recibidas en la Institución Espírita. Tal iniciativa continua en ejecución en el Departamento de Asistencia Social de Río de Janeiro y de Brasilia.16

6. Literatura Infantojuvenil

La FEB, en todos los tiempos, viene publicando libros para la infancia y la juventud, elaborados con el objetivo de colocar al alcance, especialmente de los niños, las nociones básicas de la Doctrina Espírita, a través de historias atractivas para todas las edades y niveles de interés. Fue en abril
 de 1946, que Francisco Cândido Xavier (1910-2002) psicografió los dos primeros libros dedicados a la fase infantil, de la autoría del Espíritu Veneranda: El camino oculto y Los hijos del gran Rey.17

A partir de esa fecha, varios libros del género fueron psicografiados por el preclaro médium, entre ellos: Mensaje de un pequeño muerto, del Espíritu Neio Lúcio, y Padre Nuestro, del Espíritu Meimei. 
Las publicaciones de divulgación, como el opúsculo, La evangelización espírita de la infancia y de la juventud en la opinión de los espíritus, separata de materia publicada en Reformador, edición de octubre de 1982, y el libro Sublime Siembra, editado en 2012, contribuyeron para motivar el ánimo de los compañeros que laboran en favor de esa bendecida causa, conteniendo mensajes y entrevistas de los benefactores espirituales, a través de los médiums Divaldo Pereira Franco y Júlio Cezar Grandi Ribeiro (1935-1999).

Finalizando

De 2009 a 2013, dirigió el Departamento de Infancia y Juventud la dedicada educadora Miriam Lúcia Masotti Dusi, siendo substituida por el profesor Cirne Ferreira de Araújo, a partir de este año,  que asumió también la coordinación del Área Nacional de Infancia y Juventud del CFN. Actualmente, el DIJ viene procurando alternativas pedagógicas  innovadoras y viables, principalmente con la intención de crear oportunidades especiales para la integración de los niños, de los jóvenes, y de sus familias, buscando  espacios más acogedores de convivencia y confraternización.

Uno de los puntos culminantes del trabajo, junto a los jóvenes, está direccionado para la participación de oficinas en acciones de diferentes áreas de interés, sin abandonar el abordaje y la discusión de temas relacionados con lo cotidiano, a la luz del Evangelio y del Espiritismo. 
El Campo Experimental de Brasilia, que incluye el Lar Frederico Fígner y el Núcleo Espírita Guillon Ribeiro, atiende 725 evangelizados, de los cuales 142 son jóvenes. En la Sede Histórica de la 
FEB, en Río de Janeiro, son evangelizados 50 niños, de los grupos asistenciales, organizándose la atención de acuerdo con la faja de edad. El trabajo, en Brasilia y en Río de Janeiro, reúne decenas de voluntarios, entre evangelizadores y equipos de apoyo. La formación continuada de preparación de trabajadores de la evangelización representa acción relevante que objetiva promover la creciente calidad de la tarea.

Es imprescindible enaltecer a los numerosos obreros que se dedicaron a la divulgación y a desarrollo de la Evangelización Espírita de niños y jóvenes, en el trascurso de este siglo, así como los que aún laboran para el crecimiento y mayor éxito de esa sublime siembra! Son los “bendecidos luchadores de la orientación espírita, entregándose afanosos y de buena voluntad al cultivo de la buena simiente!”.18

Notas
*N.R.: El evento reunió jóvenes de los estados de Alagoas, Amazonas, Bahia, Ceará, Espírito Santo, Goiás, Guanabara, Mato Grosso, Minas Gerais, Pará, Paraná, Pernambuco, Rio Grande do Norte, Rio Grande do Sul, Rio de Janeiro, Santa Catarina, Distrito Federal, Sergipe y São Paulo (organizador del Encuentro).
**N.R.: La Comisión Central era constituida de los siguientes miembros: Maria Cecília Paiva Barros (directora); Leny Marilda B. de Carvalho (subdirectora); Adhemar José de Carvalho (secretario); Cecília Rocha (RS); Abel Glaser (SP), Julio Cesar Grandi Ribeiro (ES); Lamartine Palhano Júnior (ES); Walace Fernando Neves (ES), Nélia Georgina Salles (BA); Darcy Neves Moreira Ferreira (RJ); Acácia Barreto da Motta Messano (RJ); José Jorge (RJ); José Carlos da
Silva Silveira (DF), Maria da Paz de Oliveira Ribeiro (PR); Eurídice Oliva (SP); Lúcio de Abreu (MG) e invitados para algunas reuniones: Merhy Seba (SP) y Terezinha Lizi da Silva (SP).

Referências:

1 REFORMADOR. año 82, n. 8, p. 11(177)- 14(180), ago. 1964. A FEB  e a Criança – 50 anos. Ver também Reformador, p. 231, jul. 1914.
2 ____. ano 69, n. 9, p. 17(209)-18(210), set. 1951. Origem das
“Escolas de Evangelho para infância”.
3 KLEIN FILHO, Luciano. Vianna de Carvalho e o seu projeto de fundação das Escolas de Moral Cristã na Federação Espírita Brasileira.  Reformador. ano 131, n. 2.221, p. 52(242)-53(243), abr. 2014.
4 FEB/CFN. Opúsculo do Programa de Ensino para as Escolas de  Evangelho segundo a Doutrina Espírita. Posfácio de Carlos Lomba.  Rio de Janeiro, 1950. p. 1-22.
5 CARVALHO. Antonio Cesar Perri de. (Org.) Orientação aos órgãos  de unificação. Rio de Janeiro: FEB, 2010. Síntese Histórica das  Ações do Conselho Federativo Nacional, p. 13 a 19.
6 FEB/CFN.  Opúsculo do Programa de Ensino para as Escolas de  Evangelho segundo a Doutrina Espírita. Rio de Janeiro, 1950. p. 19.
7 ____. Regulamento da 1ª Confraternização de Mocidades e Juventudes Espíritas do Brasil. Marília (SP), 1965 e Relatório Geral do Encontro, p. 1 a 12.
8 REFORMADOR. ano 94, n. 1,773, p. 36(376), dez. 1976. FEB – DIJ – Comissão Central.
9 FEB/CFN. Encontro Nacional – Documento dos itens do temário. Brasília, 1976.
10 CAMPETTI, Carlos R. 10 anos de Campanha Permanente. Reformador.ano 105, n. 1.896, p. 17(77)-18(78), mar. 1987.
11 FEB/CFN. Departamento de Infância e Juventude. Apostila do IV  Encontro Nacional de Dirigentes do DIJ, julho de 2002.
12 REFORMADOR. ano 130, n. 2.205, p. 32(470)-33(471), dez.  2012. Cecília Rocha.
13 CAMPETTI, Carlos R. 10 anos de Campanha Permanente. Reformador.ano 105, n. 1.898, p. 17(141)-18(142), mai. 1987.
14 ____. ____. Reformador.ano 105, n. 1.902, p. 25(277)–27(279), set. 1987.
15 ____. ____. ano 105, n. 1.900-1.901, p. 31(219)-33(221);  29(249)-31(251), jul.-ago. 1987, respectivamente.
16 FEB/CFN. Manual de apoio ao Sapse. Rio de Janeiro: FEB, 2007.  Serviços de Assistência e Promoção Social Espírita. Entrosamento  do Sapse com as diversas áreas do Centro, p. 75 a 77.
17 SCHUBERT, Suely Caldas. Reeditados dois clássicos da literatura infantil. Reformador. ano 102, n. 1.864, p. 10(198)-11(199), jul. 1984.
18 RIBEIRO, Guillon (Espírito). Julio Cezar G. Ribeiro (Médium).  Mensagem recebida em 1963, durante o 1° CIPE, realizado pela  Federação Espírita do Estado do Espírito Santo.

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El Valor de las Palabras

amorosas-frases-de-buenos-dias-para-mi-novia1Las palabras, que maravilloso tesoro, cuánto valor encierran, aunque algunas aún no alcancen a expresar y describir algunos de los sentimientos y emociones que, como las olas, invaden la playa de nuestras almas. Las palabras son poderosas, tienen vida propia y una energía que las hace únicas, singulares, y que las reviste de todas las bellezas, o por el contrario, las degrada. Pueden ser mágicas, tiernas, suaves, trasformadoras, calmantes, o convertirse, por el contrario, en armas destructivas, dañinas, insanas…. Todo depende del uso y la intención con que las revistamos.

Jesús decía: “No es impuro lo que entra por la boca, sino lo que sale del corazón.”

Y las palabras, el lenguaje, son en realidad expresión de lo que hay en nuestros corazones. Brotan del manantial de sentimientos y pensamientos que habitan nuestro íntimo y reflejan lo que verdaderamente somos.

El poeta André Bretón (1896-1966) nos recuerda: “El pensamiento y la palabra son sinónimos.”

Siendo así el uso del lenguaje, de la palabra, dicen mucho de nosotros mismos y del actual estado de nuestro espíritu. Aunque parafraseando a Confucio, un hombre de virtuosas palabras no es siempre un hombre virtuoso.

Sin dejar de lado todo esto, veo con preocupación el uso que hacemos del lenguaje verbal y también del gestual, de ese que sólo se interpreta a través de nuestras expresiones faciales y corporales y que, muchas veces, dice más que las propias palabras.

Desde el punto de vista de la Educación es muy importante hacer un uso correcto del lenguaje y de la expresión corporal, pero mucho más importante es hacer un buen uso de la palabra, con el fin de generar reacciones positivas en nuestros niños y jóvenes.

Estamos muy acostumbrados a hablar y a dirigirnos a nuestros hijos con gritos, voces, palabras inapropiadas, hirientes, incluso, que generan baja autoestima, agresividad y violencia, degradación, negatividad, y un largo etcétera.

Es muy fácil observar en el día a día cómo muchos padres y madres se dirigen a sus hijos olvidando el respeto, el amor y la generosidad en sus expresiones, lo que redunda en todo lo que antes hemos apuntado.

Las palabras afectuosas, dichas con ternura, no nos restan autoridad, pues la autoridad, que no el autoritarismo, que tantas veces se confunde, deriva de la ejemplificación moral a través de nuestros actos y de nuestras actitudes ante la vida y los acontecimientos.

Es importante que revisemos nuestro diccionario particular y veamos cómo nos expresamos, que analicemos nuestro lenguaje, nuestro vocabulario para poder reflexionar sobre lo que sale de nuestro corazón y lo que vertimos sobre aquellos a los que más queremos.

Nuestros niños se están educando, están aprendiendo y todo cuanto hacemos y decimos les marcará para siempre.

Como hemos dicho antes, las palabras son poderosas pues nuestras mentes enseguida establecen relaciones positivas o no, según la calidad buena o mala con que las revestimos e impone reacciones en un sentido o en otro.

Si nos mostramos agresivos con nuestros hijos, ellos nos responderán con agresividad, si usamos la violencia verbal, ellos nos responderán con la misma violencia, haciendo la comunicación cada vez más difícil y alejándonos de lo que debiera ser una convivencia saludable entre los miembros de la familia. Actuando de esta manera les estaremos trasmitiendo impresiones muy negativas sobre ellos mismos, sobre el mundo en el que viven y las relaciones humanas. Les estaremos presentando un mundo hostil y esa percepción negativa puede traer consecuencias graves para su futuro.

Muchas de las conductas dañinas y destructivas que observamos en niños y jóvenes tienen mucha relación con el trato que han recibido y la percepción que tienen del mundo que les rodea.

A quién de nosotros no le gusta oír una palabra amable, amorosa, tierna, una palabra de gratitud, de consuelo, revestida de la fuerza suficiente para subir nuestra autoestima, levantarnos cuando hemos caído o procurarnos cierta paz y consuelo.

Es sabido y comprobado que las palabras tienen el poder de sanar así como por el contrario de enfermar. Por lo tanto, no subestimemos el poder de la palabra en la educación de nuestros hijos pues, desde mucho antes de nacer, la modulación de nuestra voz, principalmente la de la madre, y la energía que ponemos en las palabra, estimula su desarrollo cerebral a través de las sensaciones placenteras que reciben del baño de hormonas al que se ven sometidos en el seno materno.

Nuestro lenguaje debe ser siempre el del Amor si queremos hacer de ellos adultos felices, confiados y amados.

Por Valle García

Miembro del equipo Semillas del Futuro del CELD

Miembro de la Comisión de Educación-FEE

Educación según Joanna de Ângelis

tierraCONCEPTO – La educación es la base para la vida en comunidad, por medio de legítimos procesos de aprendizaje que fomentan las motivaciones del crecimiento y evolución del individuo.

No solo es una preparación para la vida, mediante la transferencia de conocimientos por los métodos de aprendizaje. A priori, es un proceso de desarrollo de experiencias, en el cual, educador y educando, despliegan aptitudes innatas, mejorándolas como recursos para la utilización consciente de las múltiples oportunidades de la existencia.

Objetivada como intercambio de aprendizajes, merece considerar las materias, los métodos y fines, cuando se restringe la instrucción. No solamente debe aplicarse la educación para formar hábitos y desarrollar el intelecto, si no sobretodo, para realizar un contínuo permanente, en que las experiencias, que no cesan, se fijan o se reformulan, teniendo en cuenta las necesidades de la convivencia en sociedad y de auto-realización del educando.

Los métodos en la experiencia educacional deben ser compatibles con las condiciones mentales y emocionales del aprendiz. En vez de incidir, por medio del proceso repetitivo, en los conocimientos adquiridos, el educador ha de motivarles a descubir por sí mismos, a crecer con ellos, de modo que su contribución no sea el resultado de “listo y concluído”, proceso que, según la experiencia de algunos “resultó hasta ahora”. En la aplicación de los métodos y elección de las materias hay que considerar las cualidades del educador, sea de naturaleza intelectual o emocional y psicológica, como de carácter afectivo o sentimental.Los fines, sin duda, están más allá de las líneas de la enseñanza. Se destacan como una etapa permanente para culminar en razón del crecimiento del individuo, siempre además, hasta trascenderse a la realidad espiritual del futuro.

El niño no es un «adulto miniaturizado», ni una «cera plástica», fácilmente moldeable. Se trata de un Espíritu volviendo a comenzar, olvidando momentáneamente las realizaciones positivas y negativas que traía de vidas pasadas, y comprometido en la conquista de la felicidad. Redescubriendo el mundo e identificándose de nuevo, tiende a repetir actitudes y actividades familiares en las que se complacía antes, o a través de las cuales sucumbió.

Tendencias, aptitudes, percepciones, son recuerdos evocados inconscientemente, que renacen en forma de impresiones atrayentes, dominantes, así como limitaciones, desprecios, frustraciones, agresividad y psicosis constituyen imposiciones restrictivas y constrictoras – no pocas veces doloras – de que se valen las leyes divinas para corregir y disciplinar al rebelde que, a pesar de estar la manifestación física en el periodo infantil, el Espíritu recae, más de una vez en complicidad con el error, a él fuertemente vinculado, debido a fracasos morales sucesivos.

Al educador, más allá del plan de estudios al que se debe someter, son indispensables los conocimientos de psicología infantil, de las leyes de la reencarnación, la alta comprensión afectiva junto a los problemas naturales del proceso educativo y armonía interior, valores capaces de auxiliar eficazmente a la experiencia educacional.

Las leyes de la reencarnación, cuando son conocidas, en profundidad necesariamente y aplicadas, consiguen aclarar los más intrincados enigmas con que se enfrenta el educador en el proceso educativo, porque sin un gran esclarecimiento, no siempre exitoso, han redundado en las más avanzadas técnicas y modernas experiencias

En la instrucción en el sector de la educación, los valores del intelecto encuentran el cultivo necesario.

La educación, por eso, abarca un área muy grande, en casi la totalidad de la vida. En el periodo de formación del hombre es una piedra fundamental, por eso que a la institución de la familia le compete la indeclinable tarea, por cuanto es por la educación, y no por la instrucción, que se dará la transformación del individuo y, consecuentemente, de la Humanidad.

En el hogar asentamos los pilares legítimos de la educación, que se trasladan a la escuela que tiene la finalidad de continuar con esta misión, junto a la contribución intelectual, las experiencias sociales…

El hogar construye al hombre.

La escuela forma al ciudadano.

DESARROLLO – La escuela tradicional, fundamentada en el rigor de la trasmisión de los conocimientos, elaboraba métodos repetitivos de imposición, mediante el mal gobierno de la fuerza, sin abrir oportunidades al aprendiz de formular sus propias experiencias, a través del redescubrimiento de la vida y del mundo.

El educador, valiéndose de la posición de semi-dios, se convertía en un simple repetidor de las expresiones culturales ancestrales, asfixiando las germinaciones de los intereses nuevos del educando y eliminándolas, reprimiendo por imposición los sentimientos bellos y nobles, al tiempo en que marcaba, irremediablemente, de forma negativa a los que vuelven a comenzar la vida física bajo la bendición impositiva de la reencarnación.

Establece el conocimiento, imponiéndolo.

Como la escuela es progresiva, surgió una visión más amplia en torno de la problemática de la educación, y el educando pasó a merecer el necesario respeto, con el fin de desplegar las posibilidades propias, fomentando intercambios de experiencias en beneficio del más valioso aprendizaje.

No más rigidez tradicional, utilizando métodos más adaptables a la oportunidad creativa.

Actualizada a través de experiencias de libertad exagerada –gracias a la técnica que enfatiza la propia libertad – venimos pecando por el libertinaje que enseña, por cuanto, si se fundamenta en filosofías materialistas, no percibe al educando como un Espíritu en una difícil lucha de evolución, si no un cuerpo y una mente nuevos almacenando en un cerebro en formación el desarrollo de la herencia cultural del pasado y las adquisiciones del presente, con una hora marcada para el aniquilamiento, después del traspaso del portal del túmulo…

En ese sentido, turbulentas e infelices tentativas más modernas redundarán en el campo educacional, produciendo una larga y expresiva franja de jóvenes desajustados, inquietos, indisciplinados, cual multitud que ahora desfila, con raras excepciones, a un paso entre la alucinación y el suicidio.

Innegablemente, en la educación la libertad es primordial, pero con responsabilidad, a fin de que las conquistas incorporen sus efectos al educando, que los resarcirá cuando sean negativos, como los disfrutará como bienestares cuando sean positivos.

En este sentido, no agredimos ni abandonamos al educando.

Ni severidad exagerada ni negligencia contumaz. Primero, técnicas de amor, a través de la convivencia digna, asistencia fraternal y programa de experiencias vividas, actuantes, en tareas dinámicas.

ESPIRITISMO Y EDUCACIÓN – Doctrina eminentemente racional, el Espiritismo dispone de vigorosos recursos para la edificación del templo de la educación, por cuanto penetra en las raíces de la vida, caminando como Espíritu a través de los tiempos, con el fin de dilucidar represiones, neurosis, distonías que se remontan desde los primeros días de la coyuntura carnal, y que se fijaron en el cuerpo somático para complejas pruebas o expiaciones.

Considerando los factores preponderantes como los secundarios que actúan y desorganizan los implementos físicos y psíquicos, equivalen como problemas obsesivos las coyunturas que padecen los tránsfugas de la responsabilidad, ahora travestidos en un ropaje nuevo, reanudando tareas, repitiendo experiencias hacia la liberación.

La educación encuentra en el Espiritismo respuestas precisas para una mejor comprensión del educando y una mayor eficiencia del educador en el trabajo productivo de enseñar a vivir, ofreciendo los instrumentos de conocimiento y de la serenidad, de la cultura y de la experiencia a los reiniciantes del sublime camino redentor, a través de los cuales se tornan hombres vueltos hacia Dios, el bien y el prójimo.

Livro: SOS Família. Psicografia de Divaldo P. Franco.

TRADUCCIÓN: Yolanda Durán

Afectividad y Familia

Sin título

Todos nos esforzamos por vivir en un núcleo familiar donde el afecto sea la fuerza propulsora, permitiendo que cada cual se vuelva diariamente una persona mejor.

Entretanto, olvidamos preguntarnos si actuamos de manera que colaboremos para que este intento sea alcanzado, exigiendo, muchas veces, la perfección que no tenemos en aquellos que están a nuestro lado.

Por otro lado, en algunas circunstancias encontramos en el grupo de amigos las afinidades que no conseguimos construir con los familiares, siendo esa relación explicada en función de causas espirituales.

Con todo, es importante reflexionar un poco mejor sobre el tema, y encontramos en el texto de abajo “Parentela” de Richard Simonetti, publicado en O Reformador de febrero de 1997, subsidios para nuestra meditación.

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Parentela

Richard Simonetti

Está en el Evangelio de Mateo (12:46-50) que Jesús predicaba a una pequeña multitud, en una residencia, cuando fue informado de que su madre y sus hermanos le llamaban y deseaban hablarle.

Preguntó el Maestro:

– ¿Quién es mi madre y quién son mis hermanos?

E indicando a sus discípulos:

– ¡He ahí a mi madre y mis hermanos! Pues quien cumple la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre.

Extraña esa reacción de Jesús. Una desconsideración hacia su familia, particularmente hacia su madre, por quien, en otras oportunidades, siempre demostró solicitud.

Su primera aparición en la vida pública, en Las Bodas de Canáa, estuvo al lado de María. Su última preocupación, en la cruz, fue con María, que confió a los cuidados del apóstol Juan.

Mejor que nadie, Jesús conocía y cumplía el deber de honrar a su padre y a su madre, conforme al principio divino enunciado en la Tabla de la Ley, lo que, obviamente, implica darles atención y cuidarles.

¿Por qué, entonces, esa aparente contradicción?

No es difícil definir lo que ocurrió.

Supongamos que yo estuviese en casa de unos amigos espíritas, hablando al respecto de la pluralidad de mundos habitados.

Alguien avisa:

– Richard, su madre y sus hermanos están ahí fuera y quieren hablar con usted.

Sonaría mal

Pero si estuviese hablando sobre los valores de la fraternidad, considerando la existencia de la familia universal, hijos de Dios que somos todos, entonces la observación surgiría como una ilustración, sin causar extrañeza.

Es probable que así haya ocurrido con Jesús.

Como el episodio fue registrado fragmentariamente, la observación puede sugerir una desconsideración con su familia.

Hay varios pasajes evangélicos en que tenemos dificultad para comprender su pensamiento, nos parece enigmático y oscuro precisamente porque hubo un registro precario, sin que sepamos las circunstancias que enseñaron la lección de las explicaciones posteriores que ofreció a los oyentes.

Consideremos también el problema de la afinidad. Explica Kardec, en “El Evangelio según el Espiritismo”, que las palabras de Jesús sugieren que hay una parentela carnal y una espiritual.

Los parientes por la carne son aquellos que tienen la misma sangre. Padres, hijos, hermanos, hermanas…

No pocas veces, mientras viven bajo el mismo techo, atendiendo a variados compromisos, permanecen separados por la diferencia de aptitudes, de tendencias, de estado evolutivo…

Las ligaciones por la carne pueden ser molestas e irritantes, por cuanto envuelven personas que deben caminar juntas pero no están de acuerdo en cuanto a los caminos ideales.

Si no consiguen ajustarse, ejercitando el entendimiento, pueden desviarse hacia la frustración y la rebeldía, transformando el hogar en un palco de lamentables dramas, donde se hacen presentes la traición, la agresión, el abandono…

La parentela espiritual es diferente. Son Espíritus que se identifican con los mismos ideales, las mismas tendencias, los mismos deseos de realización superior, estableciendo preciosos lazos de simpatía y afectividad.

Las ligaciones humanas pueden romperse con la muerte, si son determinadas tan sólo por la sangre; mas, las ligaciones espirituales, sustentadas por la afinidad, se prolongan después del túmulo.

Forman familias ajustadas y felices, cuyos miembros se ayudan siempre, cada vez más unidos, aunque atendiendo, eventualmente, compromisos distintos.

Puede ocurrir que un miembro de nuestra familia espiritual no esté reencarnado a nuestro lado, mas podrá haber asumido la posición de nuestro guía, llamado también angel de la guarda, que nos acompaña, extendiendo sobre nosotros su protección y estimulándonos al cumplimiento de nuestros deberes.

¿Quién mejor que un miembro cualificado de la familia espiritual podría desempeñar con mayor dedicación y eficiencia semejante tarea?

Imagino a la esposa pensando:

Ahora se por qué es tan difícil convivir con aquella bestia que se llama mi marido. Ciertamente es un enemigo del pasado que debo ayudar para verme libre de él algún día.

El marido:

Menos mal que aquella bruja que hace de madre de mis hijos pertenece nada más que a la familia humana. No necesito preocuparme con ella cuando el diablo se la lleve.

El hijo:

Creo que no existe ninguna ligación mayor con mis padres. Son unos lerdos que sólo complican mi vida. En cuanto pueda me largo. Quiero distancia…

Las personas que piensan así no entendieron bien el espíritu de la ligación. La convivencia con la parentela carnal no es un mero ejercicio de forzada tolerancia para que nos libremos de ella un día.

La finalidad mayor es la armonización.

Se trata de aprender a convivir bien con nuestros familiares, creando lazos de simpatía y afecto, aunque seamos diferentes.

Si apenas toleramos a aquel que está a nuestro lado, guardando dolor y resentimiento, estaremos perdiendo nuestro tiempo y sembrando dificultades para el futuro.

Ciertamente a todos nos gustaría pertenecer a la familia de Jesús. Por tanto, siguiendo sus palabras, es preciso cumplir la voluntad de Dios.

Parece algo complicado, ¿no es así, amigo lector?

Saber lo que Dios espera de nosotros…

Es un asunto de una vida para los filósofos.

Es un desafío de muchas bibliotecas para los investigadores.

Aquí entra la incomparable sabiduría del Maestro.

El breve enunciado al alcance de todas las inteligencias, explica que cumplir la voluntad de Dios es hacer por el semejante todo el bien que nos gustaría recibir.

Simple, ¿no es así?

Simple y eficaz, principalmente en el hogar.

Cuando alguien se vuelve hermano de Jesús la familia humana es invariablemente beneficiada.

Nadie consigue quedar indiferente a los ejemplos diarios de abnegación y sacrificio, comprensión y renuncia, bondad y discernimiento.

Cuando, observando el Evangelio, dejamos de ver a nuestros familiares como la bestia, la bruja, o los lerdos, y los vemos como nuestra oportunidad de colaborar con Dios en la obra de sus hijos, se producen prodigios de entendimiento en favor de la más gloriosa de las realizaciones:

Integrarnos todos en la familia universal.

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Traducción: Yolanda Durán