Homenaje a Kardec, el gran educador, en el 156 aniversario de la publicación del Libro de los Espíritus»

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Hace mucho tiempo atrás… nació un niño, el día 3 de octubre de 1804, en un país llamado Francia, muy lejos de aquí, en la ciudad de Lyon. Recibió el nombre de Hippolyte Léon Denizard Rivail, un nombre difícil porque el era francés.
El niño creció educado, inteligente y bueno.

A los diez años de edad sus padres lo mandaron a otro país – Suiza – a la ciudad de Yverdun, para perfeccionar sus estudios. Yverdun era un punto de reunión para los niños de varias partes del mundo, pues se trataba de la mejor escuela de la época. Era la escuela de la fraternidad, que cuidaba que los niños y los jóvenes se convirtieran en hombres responsables y útiles a la sociedad.

Rivail se convirtió en un gran profesor. Cuando se fue a vivir a la ciudad de Paris, capital de Francia, empezó a enseñar en su casa, gratuitamente a muchos jóvenes que no tenían condiciones de pagar una escuela.

El profesor Rivail, por haber estudiado mucho, aprendió y hablaba muchas lenguas, además del francés, su lengua natal.

Alrededor del año de 1831, se dio un episodio feliz en su vida. Conoció a Amélie Gabrielle Boudet, con quien se casó un año más tarde. Ella también era profesora.

El y la esposa trabajaban bastante. Entre otros quehaceres, él escribía libros de estudio para las escuelas. De esta forma se hizo un hombre conocido y respetado.

Cuando tenía 50 años de edad, a través de un amigo, supo que había cosas extrañas que venían ocurriendo en la ciudad. Decía el amigo que, en determinada reunión que asistía, los objetos se movían y una mesa llegó incluso a hablar.

El profesor Rivail, acostumbrado al estudio, a la investigación, lo encontró muy extraño pero, después de que el amigo insistiera mucho, decidió asistir a una de las reuniones.

Allí, Rivail vio por primera vez el fenómeno de las mesas que se movían solas. Objetos diversos como vasos, flores y sombreros se movían en el aire, sin ninguna ayuda.

Después, el profesor se quedó pensando que, si no eran las personas que se encontraban reunidas, las causantes de aquello, debía haber una causa. Y se puso a investigar. Empezó a frecuentar, con asiduidad, las reuniones semanales, dispuesto a descubrir lo que había detrás de todo aquello.

Para hablar con la mesa, había un método especial. Cuando la mesa daba un golpe, con uno de los pies, quería decir no, dos golpes, si. Después se fabricó un alfabeto con un golpe para la primera letra del alfabeto, dos para la segunda y así en adelante. Más tarde, para hacerlo más rápido, alguien iba diciendo las letras del alfabeto en voz alta y la mesa, con un golpe, señalaba la letra deseada. Por medio de tales golpes, se podía establecer una  conversación con la mesa, obteniendo respuestas a preguntas.

Fue así que, cuando Rivail preguntó quien movía la mesa, recibió la respuesta:

       Somos los espíritus.

Continuando con el diálogo a través de los golpes, los espíritus informaron que no eran sino las almas de los hombres que ya habían dejado el cuerpo físico. No eran fantasmas. Tan sólo que no tenía el cuerpo físico. Habían muerto, como se dice vulgarmente.

De la misma forma, el profesor Rivail supo que las personas, al morir, continúan viviendo, solo que con otro cuerpo. Y también le dijeron que él ya había vivido otras veces y en una de sus vidas anteriores se llamó Allan Kardec.

Continuó haciendo preguntas, anotando las respuestas, volviendo a preguntar, anotándolo todo, comparando, estudiando, el profesor Rivail reunió, todas las enseñanzas dadas por los espíritus en un libro: “El Libro de los Espíritus”, que publicó. Como que él era muy conocido por los libros que escribió como profesor, y no deseaba poner su nombre en una obra que no le pertenecía, ya que era la enseñanza de los espíritus, puso el nombre de “Allan Kardec”, con el cual nosotros lo conocemos.

El Espiritismo es, pues, la doctrina revelada por los espíritus y reunida, en forma de libro, por Allan Kardec.

Allan Kardec desencarnó el día 31 de marzo de 1869.
Su esposa todavía vivió algunos años y continúo trabajando, hasta el día de su desencarnación, por la propagación de la Doctrina Espírita.

 

Bibliografía: Apostilla de Evangelización Infantil, Federación Espírita de Paraná, 1º Ciclo de Infancia – Unidad V = Espiritismo

 

 

 

Embarazo: Una experiencia espiritual

que-significa-sonar-que-estas-embarazadaEl embarazo desde el punto de vista espiritual es un proceso bellísimo y a su vez complicado. Todo lleva un orden y una programación que comienza antes de que los futuros padres lleguen a encarnar. Es una de las más grandes oportunidades que tenemos para poder solucionar y corregir problemas, odios, enemistades y débitos de vidas anteriores que sólo al calor del amor de padres, madres e hijos podrán ser solucionados, unas veces de forma más llevadera, otras con mayor complicación, dependiendo de los lazos que nos unan. Concebir un niño es una de las decisiones más importantes de nuestra vida y con ello lo que estamos haciendo es dar una oportunidad de progresar a un espíritu, por lo tanto es una gran ocasión que tenemos para poder ayudar de una de las maneras más desinteresadas y con muchísimo amor.
Dejando a un lado la programación familiar que hacemos antes de encarnar, en este artículo vamos a centrarnos en cómo se desarrolla un embarazo, partiendo de una visión espiritual, desde días antes de la concepción hasta el momento del alumbramiento.

Considero importante tener en cuenta que tiempo antes de la concepción, el espíritu que reencarnará como nuestro hijo/a ya se encuentra a nuestro lado. Durante este tiempo está viendo el hogar en donde va a nacer, observa a los miembros de la familia y va poco a poco sugiriendo a los futuros papás, a través de la intuición o durante el sueño de los mismos, la idea del próximo embarazo, con el consecuente sentimiento de alegría si ve que la idea está siendo aceptada por los progenitores o con preocupación si ve que la misma va siendo continuamente postergada, puesto que, por mucho que nos hayamos programado tener hijos, disponemos de libre albedrío y casi siempre, somos nosotros los que tenemos la última palabra a la hora de decidir si finalmente tendremos descendencia y cuando será.

Es justo en el momento de la fecundación, en el instante en que el espermatozoide alcanza al óvulo, cuando comienza la unión del espíritu reencarnante con el embrión a través de un lazo fluídico que se irá estrechando, poco a poco, hasta que el bebé salga a la luz. Este lazo de unión forma parte de lo que en el espiritismo denominamos periespíritu, siendo este una sustancia vaporosa que envuelve al espíritu y hace de intermediario entre el este y el cuerpo físico. De esta manera el periespíritu se va uniendo molécula a molécula de forma inversa al proceso de desencarnación. Dicha unión permanecerá durante toda la encarnación del mismo.
Es en este periodo cuando el espíritu empieza a sentir una especie de turbación o adormecimiento que irá aumentando de intensidad a medida que el embarazo vaya avanzando, aunque hay casos en los que este adormecimiento no es necesario si el espíritu que va a reencarnar es bastante evolucionado y entonces vive la experiencia de la gestación de una manera más consciente. A partir de ahora el espíritu queda ligado al embrión y por tanto a la madre también. Todo esto lleva un gran trabajo que es realizado por la espiritualidad superior que prepara, realiza y supervisa todo el proceso de unión y desarrollo del mismo para que concurra según lo programado anteriormente.

En muchas ocasiones, el embarazo está unido a algunas molestias físicas que sufre la madre. Éstas tienen su origen en dos puntos, uno meramente orgánico y otro espiritual. Espiritualmente hablando estas molestias pueden deberse al choque energético que sufre, tanto la madre como el embrión, al unirse. Pensemos que somos individuos diferentes y que ya traemos un bagaje de vidas anteriores, en las que muy probablemente hemos tenido relación entre nosotros con los consiguientes arreglos y desavenencias que una vida conlleva. Estas situaciones o experiencias vividas en el pasado y que en el presente continúan sin resolverse son las que generan ese malestar. También pueden deberse a la diferencia de evolución entre la madre y el niño que va a nacer. Esta “incompatibilidad” energética suele resolverse más fácilmente si el bebé es más evolucionado que la madre, ya que a los espíritus más adelantados les cuesta mucho menos adaptarse y comprender los límites de los menos avanzados.

Durante los nueve meses que dura el embarazo, la relación de los padres con el futuro bebé es importantísima, sobre todo por parte de la madre. No podemos olvidar que el espíritu de nuestro bebé está aquí junto a nosotros durante toda la gestación, viéndonos, escuchándonos y sintiendo todo lo que nosotras sentimos, hacemos, pensamos… sobre todo si es acerca de él. Debemos ser conscientes de lo necesario que es que les trasmitamos todo el amor que seamos capaces de dar para que, además de sentirse bienvenidos y queridos, tengan un buen equilibrio tanto emocional como espiritual y de esta manera estaremos ayudándoles, en gran medida, en su correcto desarrollo físico dentro de nuestro cuerpo.corazon-tripa-embarazada
Según va transcurriendo el embarazo, el bebé va creciendo y desarrollándose física y mentalmente. Es muy importante el contacto con él, hablándole, enviándole sentimientos de cariño y sobre todo actuando de una manera correcta, moralmente hablando, pues como he mencionado anteriormente, su espíritu nos acompaña durante todo este tiempo y está aprendiendo constantemente de todo lo que hacemos. Es esencial también, intentar mantener el hogar dentro de una vibración elevada y una buena sintonía, haciendo con esto que los buenos espíritus estén a nuestro alrededor y de esta manera también envuelvan a nuestro preciado futuro bebé.

A medida que van pasando los meses, el espíritu se va ligando cada vez más al cuerpo físico, el adormecimiento cada vez es mayor hasta el momento del nacimiento y durante todo este periodo el espíritu se encuentra más o menos como nos encontramos nosotros, los encarnados, durante el sueño del cuerpo.
Se va acercando el momento del nacimiento y sus ideas y recuerdos del pasado se van, poco a poco, borrando. Las facultades que le son propias las irá desarrollando después del nacimiento, gradualmente, a medida que sus órganos se desarrollan y su espíritu se va acoplando del todo, cosa que no sucederá totalmente hasta la adolescencia.

embarazo-prolon-bbA los nueve meses llega el momento del parto y es justo aquí, en el mismo instante en que nuestro pequeño sale al mundo, cuando se completa la unión del espíritu con su cuerpo físico. Esta unión, como he dicho es completa, aunque muy débil y es a partir de ahora que el espíritu comienza su acoplamiento. Ahora sólo queda, por nuestra parte, darle todo el amor que seamos capaces y asistirles en su nueva reencarnación, en la que tendrán que aprender, pasar alegrías y penas… Nosotros como padres deberemos ayudarles a progresar.

Yolanda Durán.

A la espera de los padres

20130304adolescenteY la historia se repite.

El escenario ahora es la ciudad alemana de Winneden, más concretamente la escuela Albertville-Realschule.

Una vez más, un joven entra en una escuela y dispara sin pestañear, exterminando a aquellos que por su mente enferma fueron escogidos para ser las víctimas de esta triste historia.

La ciudad en estado de shock, el país se moviliza para encontrar respuestas y culpables de lo acontecido. Europa se consterna con el acontecimiento. El Mundo se entristece aunque… ¿será este el último capítulo de esta triste y preocupante realidad que cada día se repite? Cambia el escenario, la escuela, la localidad, el país, pero ¿será que cambian las razones principales que motivan a estos jóvenes a cometer tales actos?

No. Los motivos, las razones que motivan estos actos tan tristes y chocantes son los mismos, o sea, el abandono de estos jóvenes por parte de la familia. Son los llamados “Huérfanos de padres vivos”.

ordenadores-ninos-controlActualmente el cambio en la estructura social y económica causó una gran transformación en la familia. Esta no tiene tantas pautas como antiguamente, donde los padres salían a trabajar y las madres estaban en casa para atender y cuidar a los hijos. Hoy por varias razones, los padres trabajan todo el día y ven a sus hijos solamente por la noche, trasfiriendo la responsabilidad de su educación a las escuelas, niñeras, guarderías, internados, cursos extraescolares…Olvidan que no hay dinero que les faculte la adquisición de las virtudes y valores que forman la estructura de los hombres de bien.

Fuera los hijos se instruyen y se ilustran. En casa es donde ellos verdaderamente se educan. Fuera, ellos oyen lo que deben hacer. En casa ellos ven como se hace, por inducción particular y personal, directa y propia de la conducta de sus padres.

Para compensar su alejamiento del hogar durante todo el día, los padres resuelven dar a sus hijos todo lo que ellos desean, ropas caras, facilidades económicas, juegos electrónicos e Internet.

El otro día me quedé asustada al visitar a una amiga, pues, al llegar, observé que su hijito, de 6 años, estaba extremadamente entretenido con una pequeña «cajita» en las manos. Me acerqué para comprometerlo y él no me prestó atención. Me senté a su lado para verificar que era eso tan interesante que demandaba tanta atención de él. Para mi sorpresa era un juego electrónico en el que él comandaba un ejército que invadía una ciudad, matando a todos los que se oponían a esta invasión. Me quedé estática con la situación. En esto viene su madre y me dice:

“Este invento es la mejor cosa que existe, porque con ello, él no nos da más trabajo y parece que no hay niño en casa. Puedo recibir mis visitas, ver mis películas, conversar por internet y hasta dejarlo solo en casa, porque se queda exactamente en la misma posición donde le dejé sin percibir mi ausencia”

Infelizmente, comportamientos como este podemos observar en la mayor parte de la Sociedad. Para no tener trabajo cuando están en casa, los padres que no pueden permitirse una niñera, entregan a sus hijos a los cuidados de los juegos electrónicos y de internet.

Cuando estos niños crecen, el diálogo entre los padres y ellos es prácticamente inexistente. Cuando el joven está en casa, se mete en internet o se queda frente al televisor y cómo cualquier simple conversación se convierte en una discusión con el adolescente, los padres prefieren evitar hablar. Otras veces, el adolescente quiere hablar, pero no comienza la conversación por cansancio o para evitar otra discusión. Los padres, igualmente, prefieren evitar este contacto no dándose cuenta de que con esta rutina el adolescente cada vez se aleja más de la familia, ya que se siente de lado, abandonado…

Infelizmente, las personas están perdiendo el concepto de familia. Los padres conviven poco con los hijos y cuando están con ellos la relación se desgasta con discusiones y peleas.

Los conflictos siempre formaron parte de las mejores familias. Pero, con el pasar de los años, las crisis se han agravado, principalmente entre padres e hijos. En la fase de la adolescencia, cuando ellos se muestran con más vigor se vuelve común escuchar a los padres llamar a sus hijos adolescentes como “aborrescentes” y buscan fórmulas mágicas, terapeutas… queriendo una solución para resolver sus conflictos, cuando la verdadera solución solamente aparecerá cuando ellos dejen de pensar solamente en sí mismos y comiencen a dar más atención a sus hijos.

Y nosotros, espíritas, ¿dónde entra nuestra responsabilidad frente al episodio ocurrido en Alemania, con el joven Tim Kretschemer, de apenas 17 años?

Algunos de ustedes meditarán al respecto, otros muchos podrán decir “¿mi responsabilidad? Ninguna”.

Doctrina eminentemente racional, el Espiritismo dispone de vigorosos recursos para iluminar la educación con una filosofía que se transpone a todos los inmediatismos, que trasciende todos los límites, que descubre los más amplios horizontes, que atiende a los más nobles intereses y que posee un ideal capaz de impulsar el verdadero progreso. Y dilatando las fronteras de la educación al informar de que ella ejerce una función en los dos planos de la vida, concede mayor amplitud, apuntando objetivos de gran alcance y valor moral. Desde el punto de vista espírita, la educación no comienza en la cuna ni termina en el túmulo, si no que antecede al nacimiento y sucede a la muerte del cuerpo físico. Es una acción constante, ininterrumpida, que ayuda a modificar a los seres, ayudándolos en la escala evolutiva, rumbo a la perfección en esta estela infinita del tiempo.

MP delaweb oracion por los hijosLas nociones de la inmortalidad, del progreso continuo, del libre albedrío, de ley de causa y efecto y de vidas sucesivas mediante la reencarnación, en las cuales se debe fundamentar la filosofía de la educación que el Espiritismo revela, serán fuerzas capaces de educar. Ellas ofrecen una argumentación muy fuerte a favor de la necesidad del progreso espiritual, con contener una motivación igualmente vigorosa, para buscar este progreso.

Todos los problemas del momento actual se resumen en una cuestión de carácter y sólo por la educación pueden ser solucionados.

Demasiada importancia se liga a las diversas modalidades del saber, descuidando la principal ciencia del bien.

Ya nos fue dicho hace más de 150 años por Allan Kardec: “Es por la Educación, más que por la Instrucción que se transformará a la Humanidad”.

Como madre, maestra y principalmente como educadora espírita desde hace más de 20 años no puedo dejar de recordar a todos ustedes la inmensa responsabilidad que tenemos delante de los niños y jóvenes del mundo, sean nuestros hijos, los hijos de nuestros amigos, conocidos o desconocidos.

Vivo actualmente en Viena, Austria, y hace tres años que me estoy dedicando de manera más ostensiva a la divulgación e implementación de la Educación Espírita en los centros existentes en Europa. Infelizmente enfrentamos aquí serias dificultades en relación con la Educación Infanto-Juvenil bajo la alegación de innumerables dificultades y argumentos. Con mucha tristeza y principalmente preocupación, observo que los niños y los jóvenes todavía son vistos en las Instituciones Espíritas como problemas potenciales, sea por el normal barullo de los niños, sea por la indisciplina, sea por lo que fuera.

Indignada con esta postura, hoy me pregunto ¿Cuántas tragedias todavía tenemos que vivir para tomarnos una real providencia en relación con el atendimiento a estos jóvenes? ¿Será que el próximo suceso no tendrá como escenario la escuela de nuestros hijos?¿Y qué estamos haciendo de los conocimientos espíritas que adquirimos a lo largo de tantas conferencias, cursos y congresos en los que insistimos en participar? ¿Cuándo iremos a despertar para la necesidad de llevar estos conocimientos a la práctica?

El Centro Espírita es una escuela de almas y es imperioso que se reconozca la educación de las almas como una tarea de la más alta expresión en la actualidad de la Doctrina Espírita. La definición de “Alma” encontrada en “El Libro de los Espíritus” es Espíritu Encarnado. No hace referencia en cuanto a una edad física. Desde la cuna al túmulo, todos somos espíritus encarnados. La lógica, pues, nos dice que el Centro Espírita debe estar preparado para atender al ser humano en todas sus etapas de crecimiento del cuerpo físico, desde la infancia hasta la madurez. Existe, entre tanto, en “El Libro de los Espíritus” una evidente preocupación de Allan Kardec y de dos Espíritus Superiores en subrayar la importancia del periodo infantil en el estado reencarnatorio, y de la función de la educación para la renovación moral de la Humanidad.

En el capítulo VII, Segunda Parte de la referida Obra Básica, cuando aborda sobre el retorno del espíritu a la vida corporal, diversas cuestiones son tratadas al respecto de la infancia, las tendencias innatas, la influencia del organismo físico, el origen de las facultades morales e intelectuales, la ley de afinidad y otros temas ligados al periodo infantil mostrando suficientemente qué importante es el trabajo educacional junto a los niños.

Educar a los niños y jóvenes es la mejor manera de que el Centro Espírita realice una de las mayores finalidades del Espiritismo, transformarnos a todos en hombres de bien.

Con este artículo, me gustaría tocar el más profundo sentimiento de cada uno de ustedes.

Hermanos espíritas del mundo entero, vamos a pensar con más cariño al respecto de este asunto. El momento requiere acciones urgentes y de emergencia. La Educación Espírita Infanto-Juvenil es una de las primeras actividades como base para la construcción moral de un Mundo Nuevo.

Vamos a promover una divulgación más amplia de esta importante actividad. Vamos a dar prioridad a la implementación de esta actividad en los Centros Espíritas, vamos a ser los primeros en dar el paso inicial, instaurando los dirigentes espíritas la educación infantil y llevando a nuestros hijos como prioridad, pues si la Doctrina Espírita es tan importante para nosotros, ¿por qué no tiene la misma importancia en relación a nuestros hijos, preciosas joyas que nos fueron confiadas por Dios?

¡La responsabilidad por la construcción de un Mundo Nuevo está en nuestras manos!

¡Vamos a trabajar, pues Jesús nos llama a hacer la parte que nos toca, delante de nuestros compromisos asumidos con la Espiritualidad!

“Unámonos, que la tarea es de todos nosotros. Solamente la unión nos proporciona fuerzas para el cumplimiento de nuestros servicios, trayendo la fraternidad por lema y la humildad por garantía de éxito.” (Bezerra de Menezes)

Claudia Werdine