Conferencia ofrecida por Carlos Campetti en el Centro de Estudios Espíritas Sin Fronteras a través de Internet
http://www.ceesinfronteras.es/
Conferencia ofrecida por Carlos Campetti en el Centro de Estudios Espíritas Sin Fronteras a través de Internet
http://www.ceesinfronteras.es/
El uso de Internet, las Redes Sociales…las nuevas tecnologías en general, interfieren en nuestra vida diaria cada vez más. En niños y adolescentes puede tener consecuencias sobre todas las áreas importantes de su vida, desde las relaciones sociales hasta el rendimiento escolar, la salud o el concepto que tengan de sí mismos.
Si este uso es abusivo puede tener importantes consecuencias sobre la salud de tus hijos, como una pérdida de control que puede desembocar en una adicción, aunque no exista sustancia química de por medio. Son las llamadas adicciones no tóxicas.
Las adicciones no tóxicas, como pueden ser la adicciones a los móviles, a los videojuegos, o a Internet…responden al mismo criterio de diagnóstico que la dependencia a las sustancias, ya que por trastorno adictivo se entiende aquel comportamiento que provoca dependencia física, psíquica o de ambos tipos, a una sustancia o a una conducta, repercutiendo negativamente en las esferas psicológicas, física y/o social de la persona o su entorno.
¿Cómo puedo saber si mis hijos, algún familiar cercano o amigo o yo mismo, tenemos una adicción a Internet?
Observa si se da alguno de los siguientes síntomas que pueden indicar que una persona tiene un comportamiento adictivo.
Este comportamiento adictivo no hace diferencia entre las sustancias y las TIC. Por este motivo el tratamiento que se realiza con los adictos a las TIC tiene muchos elementos en común con el tipo de trabajo que se realiza para la deshabituación a otros elementos, como las drogas y se puede resumir en 3 aspectos:
1) sustituir y reconstruir hábitos (saludables) que existían antes de la adicción.
2) romper y sustituir los hábitos de conexión con la sustancia/TIC que provocó la adicción.
3) prevenir las recaídas.
Orientaciones para los padres:
Obs.: Padres 2.0 es la ONG de las nuevas tecnologías y pone a disposición una línea de ayuda para darte solución en caso de problemas (adicción, ciberacoso, problemas legales, etc.)
http://www.elmundo.es/sapos-y-princesas/2015/01/12/54ae6d2b268e3eff3d8b4576.html
Los estudios nos indican que aproximadamente uno de cada tres adolescentes se ve involucrado, como agresor o como víctima, en situaciones de abuso, cercanas al maltrato. Por lo tanto, en la mayoría de los casos, la intervención será preventiva, por lo que conviene estar alerta sea cual sea la edad de nuestro hijo.
Es a partir de la pre-adolescencia (10 años) y sobre todo hasta los 16 años, cuando las relaciones de nuestros hijos con sus amigos y compañeros se nutre de unos profundos cambios e incertidumbres que pueden provocar maltratos reiterados entre ellos.
¿Qué es el bullying?
No todo es maltrato. Según los datos que hemos encontrado en la campaña contra el acoso escolar llevada a cabo por la ONG PROTÉGELES, debemos entender que se considera maltrato: “Toda acción reiterada a través de diferentes formas de acoso u hostigamiento entre dos alumnos o entre un alumno y un grupo de compañeros en el que la víctima está en situación de inferioridad respecto al agresor o agresores”.
Por ello, una simple pelea entre amigos derivada de un malentendido, aunque nos preocupe, puede ser abordada desde el acuerdo mutuo de no agredirse más o incluso haciendo las paces, cosa que no ocurre con el maltrato.
El maltrato no solamente se manifiesta a través de peleas o agresiones físicas sino que puede tener diversas formas. Debemos estar atentos para saber reconocerlo cuando ocurre.
No es algo aislado
El maltrato viene asociado a una situación de dominio-sumisión y tiene un gran componente colectivo. En realidad, no es un hecho aislado, sino que afecta a:
¿Cómo detectar el bullying?
Que un niño sufra acoso escolar puede tener consecuencias muy graves. Para detectarlo, lo más importante es estar atentos al comportamiento de nuestro hijo.
Aquí os contamos algunas de las claves básicas en las que nos debemos fijar:
El maltratado
El problema de raíz de un niño maltratado que no comunica lo que le ocurre a sus padres es la falta de confianza con ellos.
Estos son algunos consejos:
¿Cómo actuar?
Si nuestro hijo nos comunica que es víctima de una agresión, deberemos:
La relación con el centro escolar
En numerosas ocasiones los padres de niños que han sido víctimas se enfadan profundamente con el centro escolar al entender que no se está prestando suficiente atención a su hijo, pero lo cierto es que las relaciones ocultas entre los alumnos pueden pasar desapercibidas a los ojos de los profesores.
Aunque a veces nos cueste debemos asumir que la escuela es nuestra aliada en la mejora de la calidad de vida de nuestro hijo.
El maltratador
En algunas ocasiones, los padres con un hijo maltratador tienden a mostrarse hostiles hacia la persona que le comunica los hechos y rehúsan aceptar la implicación de su hijo.
Lo peor que le puede pasar al niño es que no sienta la culpa. Entendería que la fuerza y el daño ajeno valen la pena.
Si nuestro hijo es el que maltrata a sus compañeros, la escuela ha de trabajar profundamente con nosotros, los padres, para poder modificar esta actitud. Deberemos:
Cambiar nuestras ideas erróneas
Es fundamental que desterremos de una vez la idea de que el maltrato entre niños forma parte de la evolución natural.
¿Cuántas veces hemos pensado que los niños tienen que hacerse fuertes y aprender a defenderse? Hacerse mayor de esta forma es indeseable, innecesario e inmoral.
Con esta idea, lo único que podemos conseguir es un niño que se crea siempre en peligro y amenazado.
Este artículo se basa en la información obtenida a través de la web www.acosoescolar.info donde podéis encontrar más ayuda.
http://www.saposyprincesas.com/salud-y-psicologia/que-es-el-acoso-escolar-o-bullying/